La variedad de cursos de inglés que se oferta en el extranjero es muy amplia y cubre las necesidades académicas y profesionales de cualquier estudiante. Sin embargo, no todos los cursos oficiales son iguales ni acreditan lo mismo. Por este motivo, antes de realizar una matrícula, hay que estar seguro y saber qué quieres, para qué lo quieres y que por ejemplo, IELTS, TOEFL Y TOEIC, aunque se parezcan, son diferentes.
¿Qué me estoy preparando si estudio para el examen TOEFL?
Este tipo de prueba (Test of English as Foreign Language) se ha convertido en un esencial del Curriculum Vitae de aquéllas personas que quieren continuar sus estudios en una de las más de 9.000 universidades extranjeras, que tienen en cuenta este examen para admitir o no a nuevos estudiantes. No se trata de un test que se apruebe o se suspenda, sino que te otorga una puntuación de entre 0 y 120 y caduca pasados dos años.
En él se valoran los 4 puntos fundamentales de cualquier examen de inglés: la comprensión lectora, auditiva, la expresión oral y la prueba escrita.
¿Y si decido preparar el examen IELTS? ¿Me acredita para el mundo académico o laboral?
Para los dos. El International English Language Testing System acredita ambas opciones con dos pruebas diferentes: una académica y otra enfocada al ámbito laboral. Al igual que el TOEFL, el IELTS tiene una vigencia de dos años y consta del mismo tipo de pruebas. Sin embargo, en este examen la puntuación que se obtiene está entre el 1 y el 9.
Así que si tu objetivo es acceder a un puesto de trabajo ofertado en el extranjero ésta puede ser tu elección, aunque no la única.
¿Debo preparar el examen TOEIC para trabajar en otro país?
La respuesta es sí, sobretodo si estás pensando en un puesto de trabajo en EEUU. El Test of English for International Communication acredita tu nivel de inglés para acceder al ámbito laboral; es decir, evalúa tu capacidad de poder asistir sin dificultad, por ejemplo, a una reunión de trabajo.
La vigencia del examen es también de dos años; sin embargo, la prueba es diferente. Se trata de un examen tipo test de 200 preguntas con 4 posibles respuestas.
De esta manera, teniendo claras las diferencias de contenido y finalidad entre los exámenes oficiales de inglés que podemos prepararnos, la elección para asegurar tu éxito laborar y/o académico será mucho más fácil y más acertada.